miércoles, 14 de enero de 2009

Una cola interminable y una charla insoportable



-Hola, ¿ qué tal te va todo?

-Muy bien gracias.
-¡ Menuda cola la de hoy! ¡ No es justo! Cuando me llegue el turno, ya no va a quedar nada pan, ni petitsuisses, ni esas galletitas tan ricas, que, por cierto, se parecen mucho a las que hacía mi madre. Pero ahora ya no hace, dice que no tiene tiempo. Por eso siempre vengo a esta panadería a buscarlas, pero hay mucha cola y no puedo comerlas y eso no me gusta nada...
-¡Ah! ¡ Qué interesante!
-¿ Y tú? ¿ Qué vienes a comprar? ¿ No será una tarta de cumpleaños? La de merengue está muy rica, aunque yo prefiero la de galleta. Y también está la de fresa o la mousse de chocolate, sin olvidarme de la de Santiago. Y hay muchas más. A mí me gustan todas. Menos la de queso ¡ Agh! Odio el queso. Es superior a mí. Ya sé que te pareceré un poco rara, pero es que no puedo ni verlo. Lo que sí me gustan son las judías. Son mi plato favorito.Y las zanahorias, el brécol, la lechuga, la patata cruda, todo tipo de frutas...
-¡ Alto, alto, alto! Por si no te has dado cuenta, estamos en una panadería, no en un supermercado. Y, por favor, cállate.
-Sí, lo siento...y ¿ De quién es el cumple? ¿Tuyo? ¿ Cuántos cumples? Si no te importa decírmelo, claro.
-No es mi cumple.
-Ah. Entonces, ¿ Vienes a por una bandeja de pasteles para una cena o una comida? Pues aquí son riquísimos. Puedes llevarte petitsuisses, cañitas, merengues, trufas, pasteles de frutas, mini caracolas, cristinas de nata o de crema... Yo no podría elegir porque estám muy buenas las dos. Mi madre siempre...
- ¿ Sabes qué? ¡ADIÓS!
- ¡ Pues vaya! ¡ Qué desagradable! Una ya no puede ni hablar.



Alba Mª