El día 27 de abril, Saray ganó el premio letras de Babel de 3º ciclo
de primaria con un relato espectacular, que nos cuenta como sacar
adelante una relojería con un poco de organización.
Paco, un anciano jubilado le deja la relojería a su hijo. Sin embargo, al ver que su hijo tenía problemas y perdía clientes, decidió ayudarle. Así, él atendería a la gente y su hijo haría relojes.
Saray ya había ganado antes, así que no le pareció difícil escribir este segundo relato.
Ruth Varela Rouco
Paco, un anciano jubilado le deja la relojería a su hijo. Sin embargo, al ver que su hijo tenía problemas y perdía clientes, decidió ayudarle. Así, él atendería a la gente y su hijo haría relojes.
Saray ya había ganado antes, así que no le pareció difícil escribir este segundo relato.
Ruth Varela Rouco
PACO, EL RELOJERO
Paco era un viejo relojero que se jubiló y dejó la relojería en manos de su hijo. Juan, que así se llamaba su hijo, no parecía ser tan tranquilo como Paco, su padre. Él era mucho más agresivo. Juan cada día perdía más clientes por ponerse agresivo con ellos. Los pobres clientes se marchaban espantados y claro, no volvían. Juan decidió abandonar el local. El padre y él estuvieron hablando durante la noche del sábado, y se decían uno al otro:
- ¡Papá, abandoné el local!
-¡ Hijo! ¿cómo abandonaste el local?
- Papá, perdonando la expresión, tus clientes son pesados y así no hay Dios que los atienda.
- Bueno, creo que tengo una idea, a ver que te parece. Tú harás relojes en la fábrica para no tener problemas con la gente y yo venderé.
Paco dejó su jubilación y ayudó a su hijo.
Por suerte, padre e hijo consiguieron sacar adelante la vieja relojería.