Para Leo, cada emoción tiene un color. El blanco es vacío y soledad; el azul es amistad, puerto, como los ojos de Silvia, su mejor amiga y el rojo es amor, como el pelo de Beatrice, su gran amor ,aunque ella aún no lo sepa. Entonces se entera de que la sangre de Beatrice se está volviendo blanca. Y como dice su profe, el soñador: "Hay que luchar por lo que nos importa", y a Leo le importa que la sangre de Beatrice vuelva a ser roja.
MaríaPérez