jueves, 22 de abril de 2010

EL DESPISTE DE LA BRUJA, Noemí Freire 6º A


La presumida bruja Filomena vivía en una cueva, y se pasaba la vida burlándose de todo el mundo. Por las noches hablaba con su gato y le contaba todo el daño que hacía durante el día. Lo que más le gustaba era que todo el mundo y todos los animales le tuviesen mucho, mucho miedo. Una noche de verano la bruja no se dio cuenta de que un conejo estaba escuchando como le estaba confesando a su gato que, gracias a su escoba mágica, tenía tantos poderes para hacer el mal. Rápidamente el conejo fue a comentárselo a todos sus amigos y familiares y decidieron triturar la escoba a la bruja.
Al día siguiente, todos los conejos montaron guardia y esperaron a que la bruja saliera de su cueva. Cuando la vieron salir, aprovecharon la ocasión para entrar en la cueva y cuando vieron la escoba, empezaron a roérsela.
La bruja regresó a su cueva por la noche. Se dio cuenta de que alguien había entrado y había convertido su escoba mágica en un montón de serrín. Ya no pudo hacer más daño, de manera que, cuando la veían en la calle, se reían de ella.
Ahora, la bruja Filomena no lastima a nadie sin su escoba. Cayó en una depresión por culpa del aburrimiento y el médico decía no saber qué le pasaba. Pero su gato Misi le regaló un libro cuyo título era, La venganza de la bruja. En él, había montones de páginas con hechizos para los que no se necesitaba una escoba sino una varita. Gracias a su gato Misi, la bruja salió de la depresión.
Al día siguiente, se fue a la tienda de magia y se compró la varita. Cuando llegó a casa, sólo podía pensar en sus principales sospechosos, los conejos....