Hace muchos, muchos años, en un país muy lejano, vivía el rey y la reina de Pinturilandia, donde todo el mundo hacía cuadros y esculturas de piedra.
Un día el rey hizo un concurso de grandes obras de arte donde podían participar todos los ciudadanos del país.
Todos hicieron sus mejores obras.
Al jurado le fue muy difícil elegir, pero tras varias horas de espera los jueces se decidieron y ganó una niña de ojos azules y largos cabellos dorados por su cuadro titulado El bosque encantado. En el pueblo, todos la felicitaron. La niña no pudo dormir esa noche. El día de la entrega de premios le hicieron dar un discurso por haber ganado. El rey vio que a la niña le gustaban mucho los animales y las flores. Entonces plantó muchas semillas y nacieron un montón de flores. Allí fueron a vivir mariposas, conejitos y muchos pajaritos. Era un jardín donde todos los niños podían jugar y plantar más semillas.
Un día el rey hizo un concurso de grandes obras de arte donde podían participar todos los ciudadanos del país.
Todos hicieron sus mejores obras.
Al jurado le fue muy difícil elegir, pero tras varias horas de espera los jueces se decidieron y ganó una niña de ojos azules y largos cabellos dorados por su cuadro titulado El bosque encantado. En el pueblo, todos la felicitaron. La niña no pudo dormir esa noche. El día de la entrega de premios le hicieron dar un discurso por haber ganado. El rey vio que a la niña le gustaban mucho los animales y las flores. Entonces plantó muchas semillas y nacieron un montón de flores. Allí fueron a vivir mariposas, conejitos y muchos pajaritos. Era un jardín donde todos los niños podían jugar y plantar más semillas.
FIN