jueves, 11 de agosto de 2011

MARTA. Nerea Varela Santos, 2º ESO; PRIMER PREMIO LETRAS DE BABEL 2011



Hace frío. Me levanto de la cama y voy hasta la cocina. Me sirvo algo de sobras del mediodía, me siento en la mesa y enciendo la tele.
Mi hermana entra por la puerta con unas bolsas del super.
- ¡Marta! ¿Has hecho la compra?
- Eh...sí…bueno, es que hoy voy a salir… ¡Ya sabes, hermanita! Esboza una sonrisa pícara.
Es guapísima, tiene un cuerpazo y muchos amigos... Al contrario que yo. Soy más bien fea y un poco gorda. ¿Amigos? Los cuento con la quinta parte de los dedos de una mano. ¿Su nombre? Gloria. La echo de menos. Murió hace seis meses. Cáncer. Ella me hizo prometerle que no lloraría cuando se fuese, y así lo he hecho. No he llorado. Todavía.
Llaman al timbre.
- ¡No abras, Andre!, que ya voy yo.
Será su novio. Me cae fatal. Es un flipado de la vida; bebe, fuma, no estudia…vamos, lo mejorcito del mercado.
- Andrea mira, vengo ahora, ¿sí? Después quería proponerte una cosa. Vuelvo en hora y media o por ahí. ¡Te quiero, enana!
- Vale. Yo también te quiero.
Subo a su habitación, veo las bolsas del super. Vodka, Ballantines, vino…alcohol puro y duro. Ella saldrá a beber; yo me quedaré a cubrirla con mamá. Viene hoy… ¿Qué le digo? ¿De qué hablo con ella? Buff, demasiadas cosas en mi cabeza. Me tumbo un rato.
Portazo. Mi hermana.
- Andrea, ¿Está durmiendo?
- Sí…
- Tía, son las siete de la tarde.
- Ya…bueno, ¿Qué es eso que querías proponerme?
- Quiero que vengas conmigo y unos amigos a una fiesta a un descampado.
- Me estás vacilando, ¿no?
- No, querida hermanita. Venga, prepárate que hoy hay fiesta.
- Hoy viene mamá…
- ¿Esa imbécil? Pues con más razón. Vámonos.
Me levanto. Guardo la manta de relojes en el armario y me voy a dar una ducha. Salgo una media hora más tarde. Llaman por teléfono.
- ¿Sí?
-
- Ah…Hola, mamá.
-
- Bien, bien. ¿Tú?
-
- -¿Por qué no vienes hoy?
-
- Ah, vale.
-
- Chao.
No viene. ¿Motivos? Ninguno. Demasiado ocupada con su nuevo novio. La absorbe. Sólo nos llama una vez a la semana…y muchas veces es para que le prestemos dinero.
Llega la noche. Son las once. Marta está preciosa: pantalones ajustados marrones, camisa beige, tenis marrones y abrigo blanco. Se lo regalé por su cumpleaños.
Yo voy normalita. Vaqueros, camisa negra y abrigo gris. Total, vamos a un descampado.
Llegamos. Hay unos cuantos amigos y amigas de mi hermana. Música, gente bailando, alcohol… ¡Vaya asco de ambiente! Desearía estar en casa viendo El diario de Noah. Se me acerca un chico. Adrián, dice llamarse. Es guapo. Rubio, estatura media, ojos grandes. Sí, es definitivamente guapo.
- ¿Quieres una copa?
- No, gracias. No bebo.
- ¡Venga, loca! Pruébalo. Sólo te pido eso…
Tras un rato insistiendo, accedo.
Me despierto. Hace un poco de frío. Son las nueve de la mañana. Me duele la cabeza. ¿Por qué sigo en el descampado? ¿Qué pasó anoche? Busco a mi hermana, no la encuentro. Supongo que estará en casa.
Por fin llego. Encuentro las llaves y entro. La llamo, nadie contesta.
- ¿Marta? ¿Estás ahí?
Silencio. La llamo al móvil, lo tiene apagado. Llamo a su novio, no me responde. Tengo el número de Adrián, no sé porqué, pero lo tengo. Lo llamo:
- ¿Sí?
- Adrián, soy yo, Andrea.
- ¿Qué Andrea?
- Hermana de Marta…nos conocimos anoche…
- Ah, ya me acuerdo. ¿Qué quieres?
- ¿Está mi hermana por ahí?
- No. Adiós
- ¡Eh! Espera…
Ha colgado.
Llamo a mi madre.
- Hola Andrea. ¿Qué quieres?
- No encuentro a Marta, ¿Sabes dónde puede estar?
- Eh… es tu hermana, no la mía. Tú la conoces mejor que yo. Cielo, tengo que dejarte. Estoy liada. Adiós.
- Pero, ¿¡te parece normal decirme eso!? ¡Eres lo peor! ¡Te odio!
Espero a que pasen unos días. Igual se ha ido de viaje con su novio, como se fue Alex en Perdona si te llamo amor.
Un día.
Dos días.
Tres días.
Ni rastro. Móvil apagado. Su novio no contesta. Lloro. Llamo a la policía.
- Policía, ¿en qué podemos ayudarle?
- Mi hermana ha desaparecido.
- Bien, tranquilícese. Díganos su nombre, por favor.
- Andrea.
- Muy bien, Andrea. Y ahora, díganos el nombre de su hermana.
- Marta.
- ¿Edad?
- Nació el 15 de noviembre. Tiene 18.
- ¿Y usted?
- Yo…17.
- ¿Sus padres…?
- Mi madre, vivimos con mi madre, pero no está.
- Vale. ¿nos puede contar lo último que ha sabido de ella?
- Sí, por supuesto.
Le cuento aquella noche. Cuelgan asegurándome que me tendrán informada. A mí y a mi madre. Aunque a mi madre le dará igual todo.
Pasan los días. Me llaman de la policía siempre, pero para decirme que no saben nada, que no han encontrado nada. Terminan cerrando la investigación. Yo abandono mis esperanzas…
Siete meses ya. 15 de noviembre. El cumpleaños de Marta. 19 años.
Me quedo viendo la televisión. Pongo el telediario.
- -Han encontrado el cuerpo sin vida de una joven de unos 18 años. Su perfil encaja perfectamente con la joven desaparecida hace siete meses, Marta...
Suena el teléfono.