viernes, 5 de agosto de 2011

UNA CONFUSIÓN NAVIDEÑA, Paula Chamorro, 3º PREMIO, 3º CICLO DE PRIMARIA



Esa noche la calle estaba desierta y las luces de las casas, apagadas. Todos los niños dormían un poco nerviosos por la esperada noche, la visita de los Reyes Magos.
Algunos tenían linternas preparadas para cuando llegasen. Otros se limitaban a imaginarse qué regalos podrían traerles; que si la nueva DSI XL, que si una casita de muñecas, un futbolín para divertirse con los amigos, un osito de peluche... Diversos regalos para los niños que habían sido buenos.
Todo el barrio estaba apagado y silencioso, casi podían oírse cómo algunas gotas de lluvia chapoteaban sobre los charcos. En una de esas casas vivía un niño llamado Carlos. Tenía siete años y, al contrario que el resto de los niños, no esperaba con impaciencia a los Reyes Magos. Se metió en su cama calentita y se durmió bajo las suaves sábanas con olor a rosas.

Los Reyes Magos iban de casa en casa dejando la recompensa de todo un gran año a cada niño y niña que habían sido buen@s, incluso a los que habían sido malos.

-¿Cuántas casas nos quedan? Tengo mucha hambre. No fue buena idea ir a la casa de ese niño que vive al lado de la pastelería...-suspiró Gaspar.
-¡Vamos hombre! Miles de millones de niños están esperando esta gran noche. ¿No puedes aguantarte un poco?- dijo Melchor, no muy contento con el comentario de su compañero.
-Vamos a ver, vamos a ver...-Baltasar abrió la carta de regalos de un niño-. Aquí dice que Juan Ramírez Prado vive cerca de un restaurante chino. A lo mejor, podemos...
-¡No! ¡Hasta que no acabemos, no habrá comida china para ninguno de vosotros!

Los tres siguieron discutiendo pero vieron que habían llegado a la casa de otro niño.

-Creo que es la de Carlos Móntez.Comportaos- dijo Melchor.

Entraron en esa casa y, efectivamente, era la de Carlos. Había un árbol enorme muy bien decorado.

-¿Este niño tendrá caramelos de piña?- preguntó Gaspar.
-En esa mesa tienes de naranja-respondió Baltasar, un poco mosqueado.
-¡Ay, no! Los de naranja me dan gases y entonces...
-¡Nos da igual si te provocan gases o no! No hagáis ruido. Dejaremos los regalos y nos iremos.

En ese momento, algo bajó por la chimenea. Era un bulto rojo, regordete, que casi no cabía en ella.

-Hou, hou, hou...¡Feliz Navidad!
-¿Pe-Pero tú eres Papá Noel?- preguntó Melchor, aún confundido por su aparición.
-¡Papá Noel! ¿Me has traído el nuevo Frutilandia?- preguntó Gaspar.
-¡Alto! ¿Qué haces aquí? ¡Hoy es el Día de Reyes!-exclamó Baltasar.
-He recibido una postal de un tal Carlos Móntez. En ella está su dirección:
"Querido Papá Noel:
Quería pedirte que el Día de Reyes vengas tú y me traigas una pelota de fútbol.
Gracias, Carlos Móntez."

Mientras que los cuatro discutían, confusos, Carlos se despertó y fue directo al salón.

- ¡¡Papá Noel!!..Oh, y los Reyes, qué alegría...-dijo Carlos de un modo sarcástico.
- Carlos, queríamos preguntarte por qué has querido que venga Papá Noel en nuestro día.
-Pues..yo...lo hice porque...¡Porque nunca me trajisteis el Laboratorio Loco de Flipy! Llevo esperando desde el 2007 y nunca me lo habéis traído. En cambio, Papá Noel me trajo todo lo que le pedí.
-Pero eso no es un buen motivo,Carlos. Tienes que ver lo que tienes para poder aprovecharlo. Aunque no te hemos traído el Laboratorio Loco, te regalamos un muñeco de El Señor de los Anillos, una PSP, un juego de CEFA...¿O acaso no te gustaron?
-Sí, Melchor, me gustaron...pero yo quería el Laboratorio Loco y...
- A ver, si nos perdonas, me comeré esas galletas que hay junto al...¿Eso es pollo frito?
-Gaspar, calla. Tenemos ahí el Laboratorio Loco. Te lo daremos si nos perdonas, ¿vale?- dijo Baltasar.
-Bueno...¡Claro!

Carlos corrió a abrazar a Papá Noel y a los Reyes Magos. Fue la mejor navidad de su vida.